Mano de Jamsa.
La Mano de Jamsa es un símbolo del mundo árabe que a lo largo de su existencia ha sido representado de varias maneras, conservando siempre su base, pero con distintos diseños. Su representación más popular es la de una mano simétrica con el dedo del corazón en el centro y los dedos anular e índice a los lados, un poco más pequeños y en dos pulgares apuntando hacia afuera.
En algunas ocasiones al símbolo se le incorpora un ojo en el centro de la palma que representa el Ojo de Dios, que ocasionalmente puede tener inscripciones de tipo religioso. También se le conoce como Ojo Turco dependiendo de la cultura o la religión de la que se trate.
Historia de la Mano de Jamsa.
Su imagen fue plasmada por vez primera en los frescos parietales de la Sinagoga de Dura Europos en Siria y posteriormente en unos mosaicos de la Sinagoga de Beit Alfa en Galilea.
Para esa época los Cartagineses usaban la mano de Jamsa como un amuleto y en África del norte se le asociaba al tributo que le rendían a la Diosa Tanit esposa del Dios de la lluvia y patrona de Cartago.
Significado espiritual de la mano de Jamsa.
El hecho de que este símbolo haya sido asumido por tantas culturas y religiones dificulta un tanto el poder unificar el significado espiritual que le ha sido otorgado. Su representación ha sido compartida por musulmanes, judíos, árabes, católicos y cristianos.
De forma generalizada, la mano de Jamsa se ha hecho popular por otorgar protección, bendiciones, buena suerte, poder, alegría y fortuna a quienes la lleven como talismán o amuleto. También se le utiliza para alejar o repeler los celos, la envidia, el mal de ojo y la rabia. De igual manera se le considera protección ante catástrofes o fenómenos naturales y enfermedades.
Antiguamente se colgaba este amuleto en forma de mano en las puertas de las casas para protegerlas de cualquier mal o de las malas intenciones de terceros, para que no pudiesen entrar en sus hogares.
Resumiendo, entonces este símbolo posee diversos significados, dependiendo de la cultura o religión que lo asuma. Siendo así por ejemplo que para los católicos representa el monoteísmo y la creencia en un solo Dios, mientras que para los judíos simboliza los cinco libros del Torá y para los musulmanes es una expresión simbólica de la buenaventura divina.
