Como parte de las bombillas básicas que se pueden encontrar en el mercado, la bombilla incandescente sobresale por ser una invención del estadounidense Thomas Alva Edison, reuniendo ya, algo más de unos 130 años de historia y consolidándose como la invención que marca el camino para pensar en muchos otros mecanismos que superen los aspectos propios de esta que podrían calificarse como rudimentarios.

Siendo la bombilla más antigua y de uso más extendido en todo el mundo, fue exactamente un 18 de octubre de 1879 cuando Edison tras varios intentos alcanzó el éxito y un par de meses después llevó a cabo el proceso para patentar el que sería un gran aporte para la vida de la humanidad.

Bombillas incandescentes

Compuesta de un casquillo metálico con un pie de contacto eléctrico que se muestra aislado del resto de la bombilla, una envoltura de vidrio con un gas inerte o noble contenido cumple con la función de evitar que el filamento haga combustión; es a partir de este filamento que ocurre una combustión ocasionada por la corriente eléctrica que es transferida por dos hilos de contacto, de los cuales uno conecta con la base y el otro con el pie de la bombilla.

Estas bombillas se fijan a los portalámparas a partir de un sistema de rosca, además se distinguen por disponer de precios muy económicos.

Aunque décadas después, se ha demostrado que esta bombilla no es tan eficiente como en sus inicios se creía, es un logro que no subestimarse.