Venezuela

A propósito del revuelo causado con la situación de Hugo Chavez, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, he encontrado necesario dedicar un artículo, no a él, sino a su coyuntura económica (que es lo mismo que la situación por la que pasa su economía). En cierto modo, realizar un análisis de este tipo en un artículo es complejo. Muchos puristas de esta ciencia sacarían una publicación porque, efectivamente, toda economía del mundo merece ser analizada con una tranquilidad evidente. Tranquilidad, que responde a observar  y contrastar datos. Antes de empezar, le diré de qué me he servido. He consultado el Banco Central de Venezuela y el Instituto Nacional de Estadística Venezolano. Allí, se encuentran todos los datos que uso en este pequeño artículo.

«Nutrición»

La economía venezolana se nutre de determinados recursos naturales y de productos manufacturados. Casi podría denominarse así a sus siete pecados capitales. Su industria es poderosa. Exporta sobre todo petróleo en grandes cantidades (93.896 millones de dólares según el BCV en calidad de todas las exportaciones) que va a parar a las principales economías occidentales y a Estados Unidos. El proceso de exportación venezolano también está basado en minerales. Así, la industria minera de Venezuela se convierte en un sector poderoso. (Como apunte, exportan aluminio, antimonio, asbesto, barita, bentonita, calcita, cobre, diamante,  estaño, grafito, hierro, mercurio, niquel, oro, plata, polmo, talco, titanio, yeso, zinc, carbón etc.) También conviene decir que Venezuela importa y lo hace mucho. Aproximadamente, unos 45.615 millones de dólares. Se nutren de las cosas que, como todas las economías, no pueden producir por ellos mismos. Aún así, con datos del 2011, el balance exportación-importación tuvo un saldo positivo con un beneficio de aproximadamente 48.371 millones de dólares. Además, el balance de impuestos. Dignos de poder comprobar unas imágenes de cumpleaños.

Este gráfico representa la pobreza extrema (que según el Banco Mundial son todas aquellas personas que viven con menos de $1.25 al día con lo uqe no pueden satisfacer ninguna de sus necesidades más básicas) y la pobreza no extrema (aquellas personas que no pueden satisfacer determinadas necesidades relacionadas con su situación actual; por ejemplo, una familia que no pueda comprar un libro para que su hijo lo lleve a la escuela se encontraría en una situación de pobreza no extrema o relativa según el Banco Mundial) reflejadas en azul y naranja respectivamente.

jomarto3 Autor

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