La gran fuga

En 1963 salía a escena una gran película. Se titulaba La Gran Evasión y hablaba sobre un gran plan para escapar de un campo de concentración de los alemanes por parte de los británicos y los americanos – la mayoría de ellos, aviadores. Aunque parezca curioso, las evasiones no solo se hacen en tiempos de guerra cuando la necesidad por conservar la propia vida pende de un hilo. Cuando España entró en crisis en 2008 lo hizo principalmente por dos cosas: la gran burbuja inmobiliaria que se había inflado explotó y el contagió de la crisis americana – provocada por la quiebra de Lehman Brothers entre otros muchos factores. Esta crisis fue devastadora.

Solo tiene que encender la televisión, la radio o navegar en Internet y verá de lo que hablo. La situación actual es desastrosa para el ciudadano. No se trata tanto de lo que hicieron sino de lo que están haciendo. Se piden esfuerzos donde es inhumano pedirlos. Educación, sanidad, dependencia. Son solo algunos de los ejemplos en los que hemos decidido cortar. Política aparte, España está viviendo una de los episodios de «miedo-económico» más grandes de su historia. Es como si nuestro país fuese una habitación a oscuras en la que nadie quiere encender la luz: no se ve nada. Hago mía la frase que dice que los mercados económicos se rigen por el miedo. Hay muchas situaciones que describen la situación del miedo. Por citar: si los ciudadanos en el atrapasueños de un país tienen miedo de perder sus ahorros, probablemente acudirán en masa a retirarlos de las entidades financieras donde se encuentren.

Así, el Gobierno de turno actuará prohibiendo la libre disposición de dinero en efectivo. Es decir: implantando el ya famoso «corralito». (Situación que se dió en Argentina como consecuencia del Efecto Tequila Mexicano y que todavía están sufriendo.

Se estima que los precios de dicho país aumentan cada año un 23%) Pero hay muchas más situaciones: si los inversores tienen miedo de que su dinero caiga en saco roto, probablemente se dedicarán a abandonarlas causando un estímulo negativo en la empresa o país que las haya colocado en el mercado secundario o primario (el mercado de producto ya existentes o el de productos que son nuevos, creados por dicha empresa o país). Grecia vivió un miedo-económico apabullante. Estados Unidos, durante la Gran Depresión, también. Las personas, influenciadas por el miedo decidieron empezara retirar sus ahorros o a dejar de invertir en determinados productos financieros. Así comenzó la gran fuga.

jomarto3 Autor

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