Los efectos del miedo son terribles. El gráfico que tienen arriba corresponde al número de depósitos creados en entidades griegas desde que estalló la crisis. Sí. El gráfico decrece y decrece. De hecho, si viésemos uno más actual nos daríamos cuenta de la realidad que entrañaría: nadie quiere invertir en Grecia ni tocando la mano de jamsa porque todo el mundo tiene miedo de perder sus ahorros. Quizá, la política-del-miedo es la que hace que nuestro Gobierno haga tanta alusión a la marca España. (Marca a la que menciona mientras asesina sin compasión alguna, claro).
Según los últimos datos, incluso los propios griegos prefieren «fugarse» de Grecia o guardar su dinero «en un colchón». El problema de esta última acción es enorme. Los bancos son entidades financieras buenas pero cuando van bien. Normalmente van bien, claro. Pero cuando van mal son temibles. Uno de los problemas de la deuda es que los bancos aceptarón el todo-vale como moneda de pago.
Y, ahora, estamos pagando la situación creada años atrás por una desregulación abusiva, por una liberalización de determinados terrenos y por el ya citado todo-vale para hacer dinero. Pero entonces – y teniendo en cuenta el gráfico de más arriba – ¿quién tiene el dinero?
Uno de los debates más sonados de los últimos tiempos en Estados Unidos es la fiscalidad de las grandes rentas. En otras palabras: si los ricos han de pagar más o no. Por un lado se encuentran los demócratas que están a favor de esto (a pesar de que su implementación pueda ser costosa por el lobby que allí existe) entre los que se encuentran el inversor Warren Buffet o el premio Nobel de economía Paul Krugman. Por otro lado, los republicanos.
Es curioso porque debemos trasladar de nuevo el debate hasta nuestro país. Responder a una pregunta como es la de quién tiene el dinero es imposible. Lo tiene nadie y todo el mundo. Sin embargo, sí que es cierto que España está entrando en la denominada zona-del-miedo.