Los PIGS son los peores países de Europa – ésta frase no es mía, claro. Son Portugal, Irlanda, Grecia y España. (Se les considera de los peores países de Europa porque son los que han sido rescatados, los que más dificultad tendrán para pagar sus deudas; los que peor están ahora a razón de la receta impuesta por parte del FMI y de la «Europa-Alemana») El gráfico que tienen más arriba son los balances económicos a finales de febrero en billones de euros. En la parte de arriba del gráfico, con superávit, Alemania. Abajo, con déficit, los PIGS, o piojos.
Cuando España se encuentra en un paquete de países que han sufrido el efecto del miedo en el mercado, solo cabe esperar que suframos una gran fuga.
Banca, mucha banca. Las entidades financieras han sido las que han protagonizado una gran fuga en nuestro país. El término conocido entre los economistas como fuga de capitales hace alusión a la pérdida de capital, dinero, que experimenta un país en un determinado espacio de tiempo.
Ha habido muchas entidades financieras que han decidido que mantener el dinero en nuestro país es, cuanto menos, algo inseguro. Por ello, han decidido sacarlo fuera en aras de protegerse ante una posible quiebra de España. De hecho, la palabra protegerse es necesaria. Muchos movimientos de dinero se hacen para eso mismo, para protegerse de una situación económica desafortunada.
La victoria de Alemania en todos los sectores se ejemplifica también en la fuga de capitales. ¿Por qué? Es muy simple. Los economistas llaman valor refugio a toda inversión con la que no pretenden ganar nada pero con la que tampoco pueden perder nada; los activos se dejan en stand-by porque su venta no es favorable. Muchos ciudadanos de los PIGS deciden llevar sus cuentas a Alemania porque es un valor refugio: no ganan, pero se aseguran no perder ante determinadas situaciones desfavorables en su propio país. Por ejemplo, Deutsche Bank está atrayendo muchos depósitos desde España porque existe una demanda altísima de estos productos. De hecho, la restricción a acceder a una cuenta en el Deutsche es cada vez más alta. Entre en su página web o llame y compruébelo por usted mismo.
Así está la situación económica. La gran fuga es evidente y cada vez se hace más real. Solo esperemos que no tengamos que huir a la fuerza. Esa, es nuestra esperanza.