El síndrome del pies ardientes, también conocido como síndrome de Grierson-Gopalan, es un conjunto de síntomas en los que los pies se vuelven incómodamente calientes y dolorosos. La sensación de ardor puede ser más intensa por la noche, y se produce cierto alivio durante el día.
Los síntomas del síndrome de pies ardientes pueden variar de leves a graves. El calor y el dolor pueden limitarse a las plantas de los pies, pero también pueden afectar la parte superior de los pies, los tobillos e incluso la parte inferior de las piernas.
Causas del síndrome de los pies ardientes
Los síntomas del síndrome de pies ardientes pueden ser el resultado de muchas condiciones o enfermedades diferentes. A continuación se mencionan las más comunes:
Daño nervioso
Hay muchas causas posibles de daño nervioso. Puede ocurrir debido a diversas enfermedades, lesiones de espalda o una lenta descomposición (cambios degenerativos) de la columna vertebral, cirugía, uso de drogas de quimioterapia u otros medicamentos, o exposición a toxinas.
Neuropatía periférica
Es una de las causas más comunes del síndrome del pie ardiente. Se produce cuando se dañan los nervios sensoriales periféricos que conectan la médula espinal con las extremidades. Las personas que han tenido diabetes durante mucho tiempo, o las que tienen niveles de glucosa en sangre mal controlados, son más propensas a desarrollar una neuropatía periférica.
La neuropatía periférica diabética se desarrolla gradualmente y puede empeorar con el tiempo. Otras afecciones que pueden causar neuropatía periférica son los agentes quimioterapéuticos, las enfermedades hereditarias, los trastornos autoinmunes (incluida la artritis reumatoide), la exposición a sustancias químicas tóxicas, las infecciones, la insuficiencia renal, el alcoholismo y los desequilibrios nutricionales (deficiencia de vitamina B, síndrome de mala absorción).